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Como bien sabemos todos, los niños en su etapa infantil son “esponjas” dispuestos y dispuestas a “absorber” todo lo que se encuentran en su camino, ya que ellos nacen con esa predisposición ha aprender, ya sean habilidades o destrezas como hablar, andar, pintar…
Estas habilidades y destrezas como hemos dicho, son previas a su entrada en el colegio, pero será allí donde lleve a cabo todas ellas de manera social con sus iguales y mayores, fuera del ámbito familiar.
Por lo que he podido entender, Helen Espada y Michelle Leggott, ofrecen siete principios de la educación sin tener en cuenta las nuevas tecnologías, aspecto que ha día de hoy sería imprescindible. Estos principios son formulados en un contexto académico, en la educación primaria y secundaria, y se tratan de:
1.- Transferencia de la autoridad a los alumnos
2.- Reasignar a los estudiantes en los roles de los profesores, investigadores y productores de conocimiento, para así proporcionarles herramientas que le servirán en su futuro.
3.- Promoción de las relaciones de colaboración entre ellos.
4.- Cultivar inteligencias múltiples.
5.- Creatividad y pensamiento crítico.
6.- Fomentar la solución y el cambio ante obstáculos.
7.- Desarrollar actividades que hacen conexiones entre el pasado y el futuro.
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